De las investigaciones emprendidas por el equipo de arqueólogos encabezado por Paquita Sáenz de Urturi se determinó que el claustro construido en 1547 se levantó sobre restos de una primitiva edificación. El estudio de la cimentación que salió a la luz así lo atestiguó. En su vertiente sur, se localizaron varios muros con cuatro arcadas irregulares, en perfecto estado de conservación, que los expertos atribuyeron a una parte de la primera construcción de principios del siglo XIII.
Estas labores permitieron el hallazgo de los cimientos de los muros que cerraban el claustro, en su parte oriental, construidos durante el siglo XVI. En uno de sus muros se pudo rescatar restos en piedra de las sucesivas remodelaciones que se efectuaron sobre el proyecto original a lo largo de los siglos XV y XVI, aprovechando columnas y sillares arcaicos. De los extramuros del claustro situados al norte y oeste no se pudo recuperar ningún vestigio, tan sólo algunos machones o refuerzos sobre los que se sustentaron sus cimientos, probablemente porque estos fueron destruidos y retirados en 1938, cuando en el solar se edificó el antiguo jardín maternal.
La antigua ermita románica del siglo XIII estaba dedicada a Santa Lucia.
También aparecieron restos de cerámica y esqueletos de monjes.
Sacado de La Gaceta Municipal de Vitoria-Gasteiz nº 63 del 17 de febrero de 1996
